¿Qué es la geopolítica, y cual es su influencia en los estudios de mercado? ¿Por qué un buen investigador de mercados ha de estar al tanto de lo que ocurre a nivel internacional y de la realidad político-estratégica que le rodea?.

Es obvio decir que el mundo en el que vivimos cada vez es más pequeño. Circunstancias que parecen adscritas sólo y exclusivamente a otros países finalmente terminan afectándonos directamente en nuestro día a día. El ejemplo evidente y más cercano en el tiempo es, en efecto, la pandemia del COVID 19: vimos en vivo y en directo como una circunstancia que se desarrollaban en el otro lado del mundo terminó afectándonos a todos directamente en nuestras vidas y nos ha cambiado como personas, como consumidores y como trabajadores. Vimos cómo nuestros dirigentes, de una manera ciega y totalmente obtusa, hacían caso omiso a todas las señales que les llegaban. Hasta cuando Italia, un país hermano y con una forma de ver la vida idéntica a la nuestra, era el más afectado de Europa (hasta que lo substituimos nosotros). En ese momento, decisiones políticas totalmente incomprensibles mantuvieron abiertas nuestras fronteras (las cuarentenas son medidas que ya se tomaban en la antigüedad para combatir las epidemias), descuidaban las medidas de profilaxis más básicas y los intereses nacionales se supeditaban a los compromisos que nuestro país tenía con sus socios comunitarios. Pero los que conocían sobre los hechos y servidumbres internacionales, sabían lo que estaba pasando: tomaban decisiones estratégicas y ponían su dinero a trabajar para aprovechar la situación. Puede resultar ventajista señalarlo a posteriori, pero mientras los dirigentes políticos hacían ruido y se peleaban entre ellos entre su inacción, muchos inversores hicieron fortuna durante la crisis. Y sin necesidad de tener turbios contactos en las altas esferas. Porque no podemos olvidar que, por mucho que nos pese, una crisis es una gran oportunidad para aquellos que saben aprovecharlo.

Esta mirada basada en el corto plazo, en el aquí y el ahora y las consecuencias inmediatas no es propia sólo del pueblo español y está muy extendida a lo largo del globo. Nuestra excepcionalidad consiste en que en España está caracterizando y afectando a la forma que tiene nuestra sociedad actuar frente la realidad. Constantes decisiones cortoplacistas, que no tienen en cuenta el entorno y las causas – efectos, nos están condenando a largo plazo como país y como individuos. Los investigadores y los analistas de mercado han de saber abstraerse de lo que ocurre alrededor y han de ser capaces de ampliar el foco. Alejarse de la inmediatez de nuestro nicho y región implica conocer sobre geopolítica.

geopolítica y estudios de mercados. Cómo lo que ocurre en el mundo afecta a nuestro mercado.

¿Qué es la geopolítica?

La geopolítica es el «Estudio de la vida e historia de los pueblos en relación con el territorio geográfico que ocupan y el comportamiento en términos de posicionamiento y y poder a nivel internacional«. En palabras mundanas, es lo que Ruyard Kipling llamaba en el siglo XIX el desarrollo del Gran Juego, cuando hacía referencia a la soterrada guerra que Inglaterra y Rusia mantenían por el control de Asia. La geopolítica es el estudio de los movimientos y decisiones que las naciones, las grandes empresas y entes internacionales toman. Y las consecuencias que esas decisiones tienen.

La geoestrategia en cambio es el «análisis de la geopolítica que se centra en la estrategia y la seguridad nacional». Es decir, estamos hablando de las estrategias nacionales y los movimientos de las grandes empresas y marcas que ocurren a nivel mundial, donde diplomáticos y políticos toman el papel de decisores (involuntarios o no) sobre la vida y las circunstancias de millones de personas.

Bueno… ya estamos con Soros, los espías y las conspiraciones. Llamar a Iker (Jimenez)!

Realmente no. La geopolítica estudia las relaciones entre países y las luchas que éstos protagonizan para defender sus intereses económicos y políticos a nivel internacional. Pero no se trata (necesariamente) de conspiraciones, de códigos Da Vinci – Illuminati, de manipulaciones de George Soros o de estrategias del Club Bildenberg. Intentaré explicarlo.

En su devenir diario, en las luchas mundanas por la supremacía, por el dinero o por los mercados de las grandes compañías, se producen movimientos en base a decisiones de inversión, crecimiento o defensa de estatus. Y estos movimientos tienen consecuencias que, sin que los decisores siquiera lo sospechen, nos afectan individualmente. Vemos varios ejemplos reales:

Todas ellas son decisiones que los agentes económicos toman sin tener en cuenta las consecuencias futuras en el resto de las personas o empresas. No hay conspiraciones ni manos negras. Hay intereses.

Pero que una gran empresa o país tome una decisión de calado para el resto del mundo no significa que éstas consecuencias finalmente tengan lugar. Porque todo esto se produce en una realidad cambiante, con efectos y contraefectos que se entrelazan constantemente, con respuestas y reacciones de los afectados y evoluciones/redirecciones constantes. Y todo ello en un aparente caos. Bajo mi punto de vista, esto es exactamente lo que lo hace fascinante. Y que sea completamente inabarcable para cualquier modelo de predicción informático / IA.

Fuentes de información de geopolítica… no tan confidenciales

Pero… ¿de dónde obtenemos toda esa información, cómo se puede procesar, cómo podemos saber qué es información y qué desinformación? Lo que nos llega desde los medios de comunicación y desde las comunicaciones oficiales de los países es información que está precisamente sesgada por los intereses de la política, por los intereses nacionales, o los intereses de las grandes empresas. Eso sin contar la con la desinformación que nos proporcionan los servicios secretos que, en su ejercicio diario, defienden las operaciones mas o menos encubiertas que hace la defensa nacional de cada país. En este último punto recuerdo al gran Fernando Rueda, periodista que ha tratado mil veces el tema del espionaje. Es imposible separar la paja y el grano. Sólo el estudio de la historia y de la realidad actual, pensar con nuestra propia cabeza y contrastar la información permite atisbar al faro entre la niebla.

Para aquellos con interés profundo en la materia, existen másters en Relaciones Internacionales y carreras como la del cuerpo diplomático que exploran y profundizan en este mundo. Nosotros, más humildemente, recomendamos dos fuentes que seguimos regularmente: la tertulia de Geopolinómicos que los profesores Oscar Vara, Ángel Rodríguez y Jorge Turmo conducen en su canal de Youtube con carácter semanal. Y las publicaciones y vídeos que mi querido amigo de juventud y compañero José María Viñals publica en Linkedin. Imperdibles también sus entrevistas en Negocios TV.

El Banco Mundial, el FMI, el Banco Central Europeo, los institutos oficiales de estadística de las diferentes naciones, la ONU e incluso la hoy tan denostada OMS…. ofrecen fuentes de información interesantes que permiten hacerse un marco amplio de la situación internacional. Aún así, contrastar información y consultar puntos de vista diversos acudiendo directamente a la fuente en su propio idioma suele ser el mejor método. Y lo recomiendo siempre. Ni que decir tiene que manejar estas fuentes es fundamental cuando estamos hablando de inversiones y relaciones internacionales y estudios de mercado internacionales.

No caigamos en el error de dar la espalda a la realidad mundial

Todo lo global termina influyendo decisivamente en lo local y no podemos permitirnos el lujo de ignorarlo. Porque, inmersos en contemplar nuestro propio ombligo y en luchas y localismos inútiles, estamos dejando que España se vaya convirtiendo en un mercado secundario poco a poco. Estamos cada vez más alejados de las innovaciones y dejando de ser primer mundo para las compañías internacionales. Esto afecta ya, hoy, a nuestro nivel de vida.

Quien ha sabido entender todo esto con decenios de antelación es la potencia China. El poder blando la ha convertido en el Sugar Daddy del mundo. Y su influencia a largo plazo ha demostrado ser mucho más efectiva que cualquier guerra o posición de fuerza.

Sólo hay que ver cómo las campañas de descrédito internacionales, como la leyenda negra, o una política exterior española nefasta pesan en las decisiones de inversión y gasto de las empresas internacionales. Si no me creen, estudien el ejemplo de la influencia de la diplomacia de España en el mercado del gas argelino. Y cómo a Italia y a Alemania les ha faltado tiempo para substituirnos como compradores y suministradores de ese gas en este momento de crisis energética. O cómo los profesionales especializados españoles, hasta hace poco muy bien valorados, empiezan a ser mal vistos en regiones como Hispanoamérica.

La pregunta es ¿cómo podemos vivir de espaldas a todos esos movimientos internacionales?

Henry Kissinguer. geopolítica y estudios de mercado. Cómo lo que ocurre en el mundo nos influye decisivamente

Los pájaros de mal agüero.

A las personas que hacen análisis geoestratégico o geopolítico normalmente se les tacha de pájaros de mal agüero, de pesimistas o simplemente de Casandras. Casandra era aquella sacerdotisa de la mitología griega que, a cambio de sexo, fue «bendecida» por Apolo con el don de la profecía. Pero, al no corresponder a su amor, el mismo Apolo le escupió en la boca, maldiciéndola: a partir de ese momento, nadie creería jamás en sus pronósticos. Parece que los geopolíticos nos están siempre advirtiendo de futuros peligros que finalmente no llegan a concretarse: la guerra por Taiwan entre China y USA, la amenaza de los países del entorno a las empresas e intereses españoles en el extranjero, la pandemia global que nunca llegaba hasta que llegó… Porque otras veces aciertan. Y mucho (guerra de Ucrania, Brexit). Y gracias a sus advertencias, órganos públicos e internacionales toman medidas para evitar ese tan temido cisne negro del que advierte Taleb. Sirven para prepararse. Galo prevenido…

Por otro lado, es cierto que llaman más la atención las malas noticias que las buenas y que se les recuerda por sus admoniciones negativas. Cuando se hace un análisis de este tipo el menos avispado tiende a quedarse con el mensaje negativo que las circunstancias nos traen y caer en el pánico. Pero en un mundo en cambio constante, el análisis a largo plazo global de la realidad no solamente nos proporciona información que nos permite reaccionar a tiempo sino que, además nos da las pautas para aprovechar oportunidades venideras. O nos da el tiempo suficiente como para estar en la mejor posición antes que nadie. Pregunten a cualquier emprendedor y les contestará que el que da primero da dos veces. Una «pole position» no te hace ganar la carrera, pero te da una gran ventaja. Y un estudio de mercados ha de tener eso muy en cuenta.

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