Vivimos en una sociedad donde el usuario es escéptico de lo que las marcas dicen de sí mismas. Donde la saturación de mensajes publicitarios, que compiten por ser cada vez más impactantes, termina por sobrecargar al consumidor. Por ello, el marketing se ha de reinventar, para crear relaciones duraderas, estables y reales entre clientes y marcas. Es lo que se conoce como inbound marketing, marketing de atracción o marketing no invasivo.