¿Qué es la mercancía averiada?
Mientras estaba estudiando el concepto psyop, u operaciones psicológicas llevadas a cabo en el ámbito militar, me encontré con el concepto también interesante de la mercancía averiada. Para explicar el concepto de mercancía averiada, vamos con un ejemplo bastante explícito. Pongámonos en el lugar de los indios americanos, los nativos norteamericanos, con las armas de fuego que les vendían los ingleses y franceses del XVIII. Se trataba de armas anticuadas, monotiro, herrumbrientas, que les estallaban en las manos… puesto que las potencias en conflicto jamás les hubieran vendido armas realmente peligrosas. Les vendían desechos de sus ejércitos que los comerciantes sin escrúpulos presentaban como armas definitivas, como magia del hombre blanco, que podrían utilizar contra los ataques de las tribus vecinas. Fuera del aspecto material (armas), lo fundamental de este hecho es que los indios, en su ingenuidad, se creían seguros y eran utilizados. Creían que estaban protegidos por la tecnología del hombre blanco y por su alianza con él. Compraron una mercancía averiada, una falsa seguridad frente a sus enemigos locales, que les impidió hacer frente a la amenaza real que suponían esas colonias incipientes, que eran sus verdaderos enemigos… y que en ese momento podían haber destruido de un plumazo por su superioridad numérica. El poseer y el confiar en esa mercancía averiada les llevaba a tomar decisiones equivocadas y demasiado arriesgadas: guerras contra otras tribus, apoyo a una nación colonial frente a otra en conflictos que nada tenían que ver con ellos… No sólo compraron un elemento material defectuoso: compraron una sensación de seguridad, de que tenían entre sus manos lo más puntero, que no era real.
Esto que vemos reflejado en forma de armas o tecnología en el ejemplo de los nativos americanos, es mucho más peligroso cuando la mercancía averiada es una idea. Se vende e implanta una idea que no funciona realmente y a sabiendas, en una sociedad determinada. Pongamos un ejemplo cercano a nuestra cultura. Durante las independencias americanas, el papel de la masonería inglesa fue fundamental. Pero no por su apoyo económico o material a la independencia de las futuras naciones. Eso se produjo también, pero vino después. Sino por la siembra de ideas de emancipación, de exaltación de la diferencia, de creación de agravio respecto a península y de desprecio a lo español que no existían y que tuvieron gran éxito entre las élites criollas: las que tenían el poder para realizar la independencia y que compraron la mercancía averiada inocentemente o por interés propio, confiando en quien se demostraría como su verdadero enemigo. Son ideas que no existieron nunca en la América hispana hasta que se difundieron los conceptos de la Ilustración entre las élites hispanas, que tenían a gala mandar a sus hijos a educarse a Inglaterra y Francia. Unas potencias que deseaban controlar el Sur del continente y que eran enemigas (declaradas o en secreto) de España.
Inglaterra tenía planes claros (Plan Maitland) contra los territorios españoles en América, donde estaban sus verdaderos intereses comerciales y sus mercados principales de paños y manufacturas. Pero, debilitada momentáneamente por la guerra, enfrascada en la conquista de la India y en las guerras napoleónicas después, no podía atacar militarmente de forma directa a España (que era, por otra parte, aliada circunstancial de Inglaterra contra la Francia napoleónica). Tenía que hacerlo de otro modo, indirecto pero efectivo. Y lo hizo vendiendo y fomentando entre los círculos ilustrados del continente una idea devastadora, una mercancía que sabía averiada y que no toleraba en su propio territorio. Esta labor de zapa, lenta y letal, no terminó cuando se produjo la independencia de España. Continuó con las recién nacidas repúblicas y devino en guerras civiles de ruptura de las nacientes repúblicas… que llevaron a deudas gigantescas con Inglaterra, que siempre apoyaba a ambos bandos beneficiándose. Las aventuras emancipadoras terminaron con pérdida de población, industria y riqueza… y finalmente en la conversión de todo un continente en dependiente de otro imperio que ya no era el español, sino el imperio inglés. Mientras, los británicos aplastaban en sangre esas mismas ideas y movimientos emancipadores en sus propios territorios: Irlanda, Escocia, la India…
Porque el objetivo es ese. Vendernos (o convencernos de) ideas, conceptos, productos, filosofías e incluso ideales políticos completos que el propio vendedor sabe que no llevan a ninguna parte y que prohíbe o veta decididamente entre su propia población. Dando información contaminada y herramientas inútiles, que sesgan y engañan al adversario. Para hacer perder el tiempo, recursos y desunir al enemigo, sumergiéndole en una confusión e inacción que le impide hacer frente a sus problemas reales o a la amenaza que el vendedor de la mercancía averiada supone. Confundiéndole con habilidad en un juego de prestidigitación para que la víctima quede indefensa, llevándola a una situación de la que te puedes aprovechar económica o políticamente. Haciendo que, en un momento clave como el actual, dejemos de prestar atención a la inteligencia artificial y a la tecnología que cambiará el mundo para destinar los recursos públicos y privados a debates estériles y a odios entre géneros, regiones, clases sociales e incluso generaciones de un mismo país.
Se trata de la misma operación que realizaron los alemanes conduciendo a Lenin hasta Petrogrado durante la Primera Guerra mundial para destruir a Rusia internamente. O los socialistas venezolanos financiando las guerrillas de las FARC en Colombia para hacerse con los recursos amazónicos mientras suprimen su propia disidencia. O los cubanos poniendo refugio, instructores y dinero para adiestrar a ETA, FRELIMO y otros… prohibiendo esos movimientos disidentes en su tierra natal.

La mercancía averiada durante la guerra fría: el arma favorita de los espías
La mentira y la desinformación, así como las operaciones psicológicas han sido, desde siempre, armas fundamentales en la guerra. Los alemanes nombraban a sus regimientos con numerales abultados, para hacer parecer que tenían un mayor número de soldados que los que realmente tenían. Nadie era inocente y todos les copiaron: la 101 división aerotransportada era la primera y única división de su tipo.
Durante la guerra fría, el concepto y el uso de la mercancía averiada, para denominar a la desinformación e ideas proporcionadas para lograr objetivos militares o políticos, cobró fuerza. La intención era hacer tomar decisiones equivocadas al enemigo. No sólo consistía en darles información que les hiciera malgastar recursos (véase la famosa Guerra de las Galaxias de Reagan), sino también en colocar en lugares de escucha pública a agentes que ayudaran a mover la «ventana de Overton» en su favor.
De esta manera, muchas de las ideas marxistas se hicieron populares en los Estados Unidos y Occidente en general, financiadas y apoyadas desde el rival, de forma abierta o secreta. Primero en las élites universitarias, donde la penetración de las ideas socialistas era notable (Marcuse, Paul Bulhe, Leo Löwenthal, escuela de Frankfurt…). Luego, en las élites artísticas y políticas, tan relacionadas con las anteriores. Y, por último, entre los administradores del Estado, los medios de comunicación y, por fin, el pueblo. El hecho es que, salvo entre aquellos que tenían que sufrir el comunismo, las ideas socialistas estaban bien vistas en el mundo libre y gozaban de una buena prensa. Como decía el famoso espía Yuri Bezmenov, «No se dan cuenta que Jane Fonda es de nuestros mejores agentes», alegando que la habían convencido de que sus ideales eran los correctos. Y, ella misma sin necesidad de apoyo o financiación, vendía esa mercancía averiada utilizando su influencia en Occidente.
En esta lucha atroz, las potencias no sólo intentaban colar propaganda sobre sus propios regímenes y formas de concebir el mundo para ganar adeptos. La guerra se desarrollaba mucho más allá, intentando minar las bases que sustentaban la fuerza del enemigo, explotando las contradicciones y paradojas de los bloques. Y si no existían, se creaban desde cero. Pongamos varios ejemplos:
- En el campo soviético, intentaban minar al bloque occidental utilizando la consabida lucha de clases para dividir, dentro de un mismo país, a las sociedades. Esto entraba en consonancia con la búsqueda de la internacionalización de la revolución, uno de los objetivos de primera hora del socialismo. Y por ello, la gran mayoría de los partidos socialistas y socialdemócratas de ese tiempo recibían financiación directa desde Moscú, La Habana o Pekín (según sus preferencias o ideología) o desde otros partidos socialistas que estaban claramente intervenidos desde esas potencias (como el partido socialista alemán, PSD, de apariencia socialdemócrata… al Workers Party o OIRA por parte del KGB). Volver a unos ciudadanos frente a otros, culpándoles de ser la causa de los problemas que sufren, siembra la disensión y el desafecto a la nación o al sistema, hasta el punto que la desmoralización impide una respuesta clara y directa frente a amenazas exteriores. Ni que decir tiene que los trabajadores peor tratados y considerados en ese momento, eran los trabajadores de los países comunistas: «Ellos hacían como que nos pagaban y nosotros hacíamos como que trabajábamos». Pero los agentes soviéticos no se quedaron ahí y también apoyaron y financiaron otros movimientos sociales que existían y no habían sido creados por ellos, muchos de ellos de principios fundacionales e intenciones nobles, con el objetivo de menoscabar la unidad de las sociedades occidentales. Es así que el movimiento por los derechos civiles de los negros recibió financiación en los USA por parte de asociaciones cercanas al aparato socialista, con el objetivo de intentar instrumentalizarlos. Los movimientos pacifistas/ambientalistas de la época no fueron creados por los agentes socialistas, pero está demostrado que fueron apoyados, de manera indirecta, para sabotear proyectos industrializadores o armamentísticos del enemigo, poniendo en su contra a la opinión pública. Es conocido el caso de World Peace Council (WPC): plataforma “pacifista” con agenda anti-nuclear que se solapó con el ecologismo. Documentación oficial y de inteligencia la describe como financiada por la URSS y usada como instrumento de política exterior soviética. O las redes anti-nucleares en Alemania Occidental (entorno Verde): la Stasi monitorizó e intentó influir en contactos y foros de paz/antimilitarismo donde confluían activistas ambientales. Hay pruebas de operaciones y cooperación KGB-Stasi con ellas, aunque no hay evidencia sólida de financiación directa a plataformas verdes / ecologistas.
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En el campo estadounidense, se luchó contra el bloque soviético fomentando la mercancía averiada del nacionalismo: se explotó el hecho de que la URRS estaba compuesta de multitud de pueblos, etnias y antiguas naciones que se habían disuelto en esa realidad que era el bloque soviético. Y que permanecían latentes en su cultura. El apoyo y financiación de los nacionalismos (polaco, húngaro, yugoslavo) por parte de Occidente fue clave en la disgregación de la URRS y de otros países socialistas, quebrando el sistema de solidaridad intercomunitario del bloque, fomentando el odio, resaltando el racismo latente ruso hacia otros pueblos de la URSS y haciendo de movimiento centrífugo de las naciones. El ejemplo clásico de que la penetración de esta mercancía averiada continuó a lo largo del tiempo es el de Yugoslavia, enferma de nacionalismo identitario años después de la caída del comunismo y rota en una horrible guerra civil . Esa mercancía averiada ha sido también utilizada por los países socialistas como arma de doble filo para atacar la unidad interna de países del bloque occidental (España, Reino Unido, Italia), normalmente en forma de apoyo financiero y refugio de activistas de izquierda nacionalista.No hace falta mencionar que los movimientos separatistas y nacionalistas de propios de los USA (Texas, California, Puerto Rico…) han sido perseguidos y aplastados, a veces incluso de forma violenta (Guerra Civil americana), ya que el vendedor nunca compra su propia mercancía averiada.El bloque occidental también influyó propagando otras ideas que terminaron rompiendo el bloque soviético: la idea de la felicidad proporcionada por el consumo, la idea de que el éxito que viene proporcionado el dinero, la falsa promesa de ascenso social… ampliamente difundidos por la literatura, la televisión y la radio occidentales fueron clave para que los ideales socialistas fueran abandonados por el espejismo de placer que ofrecía Occidente. Pero eso es otra historia, puesto que se trata de cooptación cultural más que de venta de mercancía averiada.

¿Qué tiene que ver este concepto con el marketing?
La mercancía averiada se vende a las sociedades a través de nuestra herramienta favorita, el marketing. En la eclosión del mundo digital, esto es algo rematadamente fácil de hacer y se puede llevar a cabo sin necesidad de tener presencia en el país donde se quiere vender dicha mercancía. De hecho, una de las labores habituales del marketing político y de los departamentos de comunicación de potencias extranjeras (enemigas o no) es vender mercancía averiada de todo tipo en otras sociedades, sobre todo las occidentales, donde la libertad de expresión y de ideas es base del sistema. Sorprende la existencia de canales de la TV pública francesa, o de la TV del régimen iraní o del régimen ruso… en castellano cuando no tienen población de habla hispana en sus países. Sus intenciones, que no esconden, es influir en nuestras sociedades. O la compra por parte de empresas chinas, marroquíes o indias de los servicios de empresas de comunicación y lobbies de presión españoles en particular o europeas en general. El marketing y la propaganda, junto con la aculturación y la presión a los políticos se convierten entonces en una de las formas de exportación de la mercancía averiada, que suele ser comprada en inicio por subgrupos específicos y, a su vez, replicada y expandida en RRSS… hasta que se convierte en pensamiento mayoritario.
Nos preguntamos entonces si existen potencias extranjeras que nos venden su ideología averiada de forma tan abierta ¿porqué nosotros la compramos y la convertimos en nuestra?. Es quizás sin darnos cuenta, porque realmente se produce de una forma muy hábil, se trata de profesionales que saben lo que hacen y utilizan las herramientas de manipulación social. O porque lo hacen en pro de potenciales beneficios sociales o económicos que nunca llegan y que convencen a la parte de la sociedad más abierta o sensible (no es casualidad que principalmente su acción se dirija a jóvenes, mujeres, personas mayores…). O quizás es por interés económico o político de algunas personas de nuestra sociedad que se benefician de la situación. El caso es que llevan haciéndolo desde hace décadas. Y no reaccionamos.
En todo caso, debemos plantearnos si ideologías que se presentan salvadoras como la ideología woke, la ideología ecologista y la animalista, la idea de fronteras abiertas… que hasta hace unos años eran residuales en nuestra sociedad ¿son mercancías averiadas que nos han vendido? ¿Por qué algunas potencias antagonistas o competidoras de Europa o del bloque occidental financian y promueven estas ideologías en nuestra sociedad mientras la reprimen en las suyas? ¿No estamos creando confrontación y luchas estériles, dividiendo y enfrentando nuestras sociedades al comprar la agenda 2030 y la filosofía del decrecimiento? ¿No nos estamos pegando un tiro en el pié, destruyendo nuestra industria, al abandonar fuentes de energía baratas y en las que estábamos especializados para adoptar otras más verdes… y que nos venden desde países extranjeros (coches eléctricos chinos, placas solares chinas…)? ¿Estamos saboteando nuestra agricultura adoptando medidas de cuidado del medio ambiente… mientras compramos productos agrícolas de potencias en las que no rigen esas normas y que financian lobbies que presionan para que esas medidas sean aún más restrictivas en nuestros países? ¿No es la adopción de políticas anti natalistas durante décadas y el fomento/abaratamiento/gratuidad del aborto una de las base de la debacle poblacional en Europa … y que nos obliga a acoger inmigración ajena a nuestra cultura, con todos los problemas económicos, sociales que conlleva?
No estoy seguro de todo ello. Pero sin duda, hemos de reflexionar largamente sobre si lo que pensamos, decimos, comunicamos… es realmente pensamiento propio o mercancía averiada que hemos comprado o que nos han implantado desde fuera, para cumplir con objetivos que no son los nuestros.
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